Osteomielitis

La Osteomielitis es una infección del hueso causada, generalmente, por bacterias. Se produce, comúnmente, en las vértebras de la columna, aunque la infección puede extenderse a los espacios epidurales y disco intervertebral. La Osteomielitis es más común en niños pequeños y ancianos, pero puede ocurrir a cualquier edad.

Hay dos formas de Osteomielitis: aguda y crónica. La bacteria Staphylococcus aureus es, generalmente, la causa de la Osteomielitis aguda, que puede entrar en el torrente sanguíneo a través de una herida de aguja intravenosa contaminada. La Osteomielitis crónica puede desencadenar, poco a poco, en tuberculosis, SIDA y otras enfermedades que afectan al sistema inmunológico.

Los síntomas incluyen dolor de espalda severo y persistente (aumentado por el movimiento), hinchazón, fiebre, pérdida de peso, sudoración y malestar general. Una infección en la columna lumbar puede causar dolor abdominal y ciática. Si la infección invade el espacio epidural, el dolor de espalda severo puede acompañarse por un dolor radicular, debilidad y, algunas veces, parálisis.

Diagnóstico

Es necesario el tratamiento inmediato, sobre todo, por el posible déficit neurológico. Una radiografía puede revelar la ubicación de la infección, las alteraciones óseas y la pérdida de altura del disco intervertebral. Puede ser necesario un escáner CT o MRI para evaluar mejor los tejidos blandos, incluyendo los elementos neurales (por ejemplo, los nervios).

Si hay un absceso, se puede hacer un procedimiento llamado aspiración percutánea con aguja, con el cual se toma una muestra de la infección para su identificación. Cuando la biopsia con aguja (aspiración) es insuficiente, se realiza una biopsia quirúrgica, que podría incluir el desbridamiento.

Tratamiento

Las infecciones de la columna, a menudo, son tratadas sin cirugía. En el hospital, se dan antibióticos por vía intravenosa o medicamentos antimicrobianos y puede continuarse el tratamiento en casa durante cuatro a seis semanas. Los antibióticos orales pueden necesitar ser tomados por varios meses.

En ocasiones, es factible el uso de analgésicos y tonificantes para controlar el dolor. Una cirugía puede ser considerada en casos tales como: fracaso de los antibióticos y tratamientos, presencia de déficit neurológico, progreso de la deformidad, surgimiento de un hueso infectado o necesidad de extirpar tejido.

Cirugía: puede incluir procedimientos de drenaje de la infección, desbridamiento, eliminación del hueso infectado y reconstrucción espinal.

La intervención médica utiliza un hardware diseñado con varillas, barras, cables y tornillos. Estos elementos mantienen la espalda recta durante la “fusión” (proceso de unión de elementos óseos de la columna).

Recuperación

Los antibióticos por vía intravenosa o los antibióticos administrados en el hospital pueden continuar en su casa durante varias semanas. En algunas oportunidades, los antibióticos orales deben ser tomados durante varios meses, incluso después del tratamiento quirúrgico.